lunes, 30 de marzo de 2020

el amor cuando duele






te extraño
una tristeza ciega me persigue
me pierde por las calles cuando camino
soy una sombra al vaivén del tiempo que pasa sin volver.

una tristeza insoportable me guia
me lleva de a ratos a perderme en el recuerdo
me empuja y arrastra a donde no quiero ir más

te pienso y me angustio
me duele el pecho,
el cuerpo   el pelo    hasta   los labios
me siento enferma de mi.

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hoy no sé lo que siento
tus abrazos me arreglaban
algo me avisa el fin del mundo
se termina este tiempo sórdido al fin

así pienso hoy mi vida
de miserables alegrias
ver las hojas aun verdes cuando caen
me hace sentir feliz
anuncian el viento y el frio
el frio que me anima a buscarte
y así me anuncio a tu puerta
¡te llamo!
¡toco 3 veces!
¡y abres!
¡'abres como siempre, ya lo sabia!

¡no me atiendas!
¡no vuelvas a abrime!
¡no me recibas
                       más!
                 

Lorena López
Buenos Aires 2018

viernes, 13 de marzo de 2020

hoy no



No pasan los días como deberían de pasar,
mis pensamientos no respetan los horarios del mundo,
los calendarios humanos y las horas del universo.
 No existe en mi pensamiento el tiempo.
 No hay, 
no lo está.
Se inunda el cuarto del recuerdo de palabras echas de agua,
nado entre tantísimas ideas que, 
apenas me dejan respirar.
No se si será lo poco o lo mucho vivido,
 las ganas incansables,
esas ganas insaciables…

Te veo y te siento abstraído, tu pensamiento hoy no estuvo conmigo
Tu risa, 
en cambio, 
se libera por mi
Te beso los labios,
 pequeños y modestos,
Esos besos cálidos tan sensuales,
Tan suaves como la espuma que dejan las olas.

Pero tu pensamiento hoy no fue para mi.

Me cubren el cuerpo tus manos, 
dos aludes sobre mi tierra fértil
El rocio y tus mieles llueven entre mis piernas,
Como arcos de laureles que coronan nuestra libertad
Construís murallas desde la nuca sobre mi espalda,
Murallas con follajes de jazmines y hojas de verdes colores
Llenás el instante de millones de momentos.

Pero tu pensamiento hoy no fue para mi.

Lorena López
Buenos Aires primavera 2013

La nada



Abrimos el buzón de entrada, un correo de promociones y otro de trabajos remotos, de esos en los que la experiencia no se gana con el tiempo, sino con títulos, títulos y títulos...o el celular, cuando después de unas horas; 2 o 3 días, se vuelve a encender; funciona de nuevo, aparece la señal y nos aproximamos a ese instante tan real lleno de gluten, para nada agradable; al no tener llamadas o mensajes agradables que sorprendan. Y tragamos saliva salada, fea; y se nos cae una lagrima casi incoherente y ridiculita, pero que a su vez nos desarma y condena en segundos, a nosotros los solitarios de éste mundo.
Ese suspiro que abraza el recuerdo de días pasados alegres, donde la compañía de alguien nos llenaba el vasito con agua al llegar a casa, te echaba la yerba al mate y ponía la pava, o te servía una tortilla con frijoles mientras llegaba la cena.
Porqué será que el vacío nos hace tan mal? porque sera que la nada nos desequilibra? y llenamos de velas la casa, floreros con piedras y palos santos en los rincones. Qué será eso que nos lastima para no soportar vacios? un par de ojotas, una playera vieja, un arete olvidado, nos servimos así a la terquedad de las cosas, al recuerdo y su aroma a viejo y gastado. De todo para no sentir la nada y su espeluznante vacío.
Pasan los días en la nada así, nada extraordinario, nada nuevo siempre lo mismo decimos. Pero a no tener nada (dicen algunos) tener siempre lo mismo es mejor.
No tengo nada esta tarde, voy rota de calor en el tren, nada; nadie llama, nadie me jode, nadie implora mi nombre; mejor. Bienvenida nada y tu vacío solemne, imperecedero, bello; tomá, te regalo esta puta nostalgia, hacela nada por favor!
Lorena López
Buenos Aires verano 2016

jueves, 12 de marzo de 2020

Máximas III


Me declaro en huelga ante la irracionalidad del mundo y al saqueo incansable a nuestra alma.

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quisiera saber de vos
que me cuentes qué biografía estas leyendo
contarte como estamos mis hijos y yo
que terminé la obra de Arlt
y de cuanto te hecho de menos.
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observo, que ya nadie se persigna frente a las iglesias
¿ya para qué?

Buenos Aires
privamera 2019

fotografia Museo Nacional de Arte Moderno 


tren San Martin




En el tren vos ves,
padres con hijos enfermos pedir dinero
envueltos en frazadas rotas y sucias.
En sillas de ruedas torcidas y obsoletas,
anda el discapacitado contando sus penurias 
al compás de sus manos rotas por maniobrar las ruedas.
El abuelo de más de 70 solo en el tren de las 22 vendiendo medias.
La mujer desempleada embarazada con su nena de 3 años 
apenas caminando detrás de ella 
mientras sostiene un "game" blanco en sus manos.
También andan los que toman merca a la noche en el furgón. 
Los ves tomandose la venta de los hamlet vendidos.
Pasa luego el diabético sin un pié. 
Algunos, con el pié putrefacto envuelto en una bolsa de plástico.
Verás también a los accidentados sin una pierna, 
vendiendo llaveros hechos por ellos,
pues no les alcanza la pensión para vivir,
trabajar no pueden y pedir no quieren.
La otra abuela de la chipa casi sin voz. 
A ella la ves de ida y también de vuelta.
El vih positivo con su carnet del Muñiz, 
y una tos que no cesa mientras habla.
Y los niños gitanos descalzos en invierno. 
La nena del año pasado éste 2019 ya es madre.
Todos ellos,
Ellos, los tristes más tristes que recitaba Dalton.
Todos, como vos y como yo,
Todos parte de esta masa explotada por los carniceros de almas y vidas del sistema.

Bs As 2019
Ilustración Cristo Dagorov

pensamientos


Ausencia 

qué tristeza quererte y no tenerte 
qué tristeza son mis tristezas
demasiadas ausencias en mi vida 
ésta ausencia que pesa
es la tuya. 

Frío

dos veces estuve a punto de morir de frio  del cuerpo 
y también del alma. 
una vez en olimpo y otra en constitución.

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¿Qué gloria puede haber en la conquista de un cuerpo sin alma?


Amor

yo te sueño 
entonces te amo
te amo porque eres mi sueño.

Buenos Aires 
invierno 2015 

miércoles, 11 de marzo de 2020

Recoleta


...todo bien pensamiento acarrea también sus consecuencias, incluso no siempre las más sorprendentes o las esperadas. Pienso, y este colectivo que no llega, 25 minutos esperando, y mi cabeza que no para de reflexionar, pensar, reflexionar no , ojalá, junin y las heras, junin y las heras.

Somnolienta y extremadamente cansada,  con café negro en la mano, esperaba ese encuentro.
Necesita un poco de vida 
agotada de los hospitales. 

Tus nervios también son míos, 
yo también sufro terribles soledades. 

y el 132 que no llega y que grande es esta ciudad de mierda.

Me gustaría que fuera mas flaca, pero tiene lindas tetas.

Uf, un cuarentón que esta bien bueno, ojala no sea boludo.

Danos unos nachos mexicanos y una jarra de rubia artesanal , dijiste, esta bueno el lugar , mi hermano viene seguido.

Te hablaba de kundera y la fatalidad del regresar siempre a lo mismo. intentando no dar pasos en falso , cuando también se aprende al equivocar.

Yo pienso que el amor en mi vida es secundario, estoy dedicado a mi carrera , pero sin olvidarme de el. Es difícil hallar a alguien que te banque con los tiempos, decías. 

Creo que en el amor cada quien tiene su tiempo, el interno y los del mundo. a veces no hay ganas de ceder. De no ser tan firmes con la voluntad. Hay que aprender a saber ante quien doblegarse también.

No pareciera que sos madre, tenes lindo cuerpo. El de una pendeja de tu edad.

A mi me gustan tus ojos, demasiado verdes para ser de verdad.

Vení dame un beso morocha, ¿ pedimos una jarra más?

Era un bar irlandés y saliendo nos armamos un faso.
La cerveza y la marihuana para empezar la noche, nunca vienen mal .
Avenida Las Heras. 
Un par de cuadras a los besos, 
que lindo es el deseo cuando es compartido. 
Piso 17 los cuerpos en llamas, 
una noche en recoleta , 
por donde vivía cortazar.

Tus tatuajes tumberos y esa cabeza proletaria.
Que linda boca grande y ese pelo lacio negro
Un cuerpo suave , 
delicado de hombre, 
estoy re puesta 
qué lindo siento.

En un par de horas laburo no la voy a despertar temprano, 
que borrachos estábamos, mierda! mejor la dejo durmiendo.

Me puedo hacer un te prometo no robarte nada. 
Si pudiera lo haría, ese cuadro de luca  y el plasma también.

Ya es medio dia, me dijiste que te despierte a las 11, 
quería ver que estabas bien, 
aunque a decir verdad temía de lo  que pudieses estar haciendo.

Si, si gracias por preocuparte, me voy que se me hace tarde.
La parada está a la vuelta , sobre junin  a media cuadra. 
Que feo que te siento hoy a la mañana, 
lejano y desconfiado, 
te habrán  dañado el corazón, 
que pena quedes en la lista, 
uno más del montón.


Buenos Aires
primavera 2016
fotografía Ave las Heras intersección Pueyrredon 



martes, 10 de marzo de 2020

Refugio para mujeres Azucena Villlaflor

Dormí dos noches en el pabellón Alfonsina Storni del hogar de mujeres Azucena Villaflor.
Hacia frio, era el mes de junio y el viento helaba mi cara en la esquina de piedras y san juan.
Habia leido a Storni y la tragedia de su muerte que me rondó en la cabeza desde entonces.
Dormir en ese cuarto frio la hizo recordar. En una cama pequeña. Una mesa pequeña en donde poner las cosas. Las pocas cosas que tienen quienes alli duermen. Recordé las perlas y las mariposas de Alfonsina, de cómo podria esperar yo que las cosas cambiaran...que mis lágrimas se convirtieran en perlas y salir volando cual mariposa.
Se me enfrió el matecocido y ya no lo podia calentar.
La peruana al lado discutia sola y maldecia.
Lloraba ella y me miraba a mi llorar.
El dolor compartido de quien nada puede cuando nada se puede.
La tristeza onda en el alma de saberse sin lugar.
La incertidumbre del mañana y no querer despertar.

Buenos Aires
Invierno 2015

viernes, 6 de marzo de 2020

pensamientos




Xi.

 El amor ha tocado pocas veces a mi puerta
Pero cuando lo ha hecho
Ha sido intempestivamente
y sin piedad

XII.

Quien fuera pájaro
Ave
Y  vivir eternamente en el mar.

XIII.

 Me gusta sentarme del lado del sol
Buscan los rayos mis poros,
la piel,
lo calentita que dejan mi cabeza.

Me hace sentir feliz.

Saber que el sol  también sale para los más desdichados.

XIV.

¡Pobres pájaros!
Lo  que será convvir 
Con tanto miserable

Autoexilio

A 10 años de mi autoexilio

Te fuiste
porque no cabia semejante corazón
en tan minusculo terreno
Te largaste,
con lo puesto y unos ahorros
a una aventura que no tenia final
tocaste tantisimas manos ,
Sin reconocer tu propio aliento
ni las miradas del otro
Cruzaste fronteras del mundo
buscando quién sabe qué
Soñando miles de futuros piadosos.

Te fuiste
nadie sabe a dónde,
A buscarte
y con suerte,
quizas encontrarte

Hoy he sido capaz de una sola cosa,
Reconocer tan solo  mi cuerpo como mi única patria.

Buenos Aires
Primavera 2019


Terapia Intensiva

El sábado 8 de febrero Martina tuvo un paro cardiorespiratorio. El primero en su vida.  Eran las 14:30 cuando su papá me llamó casi sin poder  hablar por el llanto.  Yo estaba haciendo horas extras en el trabajo, conversaba con mi jefa que está pasando una situación difícil intentando con mis austeras formas de darle ánimos, que la vida sigue y vale la pena cuando justo entra la llamada y algo se desplomó en mi interior. Leí tantos momentos terribles y tristes de la literatura que suelo recordar en distintas situaciones; Balder abandonando a Irene, el desprecio de Dios hacia Caín, el último suspiro del nazi   Dietrich Zur Linde antes de morir, fueron episodios que me marcaron de una manera extraña. Tristemente lo acontecido el sábado y al  caer que no era un hecho imaginado en la mente de un escritor marcó de nuevo mi vida y el modo de ver las cosas.

Es la quinta terapia intensiva de Martina. Atravesar una terapia de  15, 30 días y hasta 3 meses son situaciones de aprendizajes casi forzosos.  Nadie quiere pasar por una terapia intensiva, ni siquiera estar en la guardia de un hospital, hasta pedir un turno médico es fastidioso;  tan solo la idea de enfermar o el sentirse mal atemoriza en el cuerpo propio y no se diga en el de un hijo, carne de tu carne. A pesar de todo, es tanto el aprendizaje.  Ver pasar semanas enteras detras de una ventana  hasta apreciar la comida sin sal que preparan día tras día las cocineras en esas ollas gigantes. Muchísimos amaneceres vimos con Martina grave y con pronóstico reservado y tantos atardeceres tomando el 56, el 101 a retiro para volver a casa. Debo agradecer a Martina porque por ella pude conocer gran parte de la ciudad de Buenos Aires en todas las temporadas sobretodo en invierno.  Los cafés y restaurantes desde algunos caros en Palermo hasta los más económicos en balvanera. Recorrí interminables barrios en la búsqueda de paz para un alma atormentada como la mía en las que muchas veces sucumbía ante el dolor, la angustia, la soledad y tantos otros sentimientos oscuros que surgen cuando la muerte anda rondando. Las capillas de los hospitales jamás fueron un lugar de sosiego, no sé porqué siempre fue la calle y la idea de que al caminar me liberaba.  Llegué  a caminar de Plaza miserere hasta costanera norte. Caminar sin una meta, errante.

Las noches de los primeros días sin que haya mostrado mejoría  pasaban con una lentitud que me arrinconaba en una locura insoportable. Llegar a tempranas horas antes que los administrativos e irme hasta altas horas de la noche. A veces intentar dormir en sillas de plástico en algunas clínicas o la comodidad del sofá  en otras. Ver el llanto de tantas personas que pasaron por mi vista con rostros destruidos por la muerte de seres queridos, la agonía de niños enfermos que murieron al lado de ella y yo aferrándome a su mano buscando consuelo,  yo,  buscando consuelo en mi hija que batallaba entre la vida y la muerte. Las corridas de enfermeras para atender situaciones críticas las recuerdo y me quiebro.  Realmente dentro una terapia intensiva el tiempo ya no corre en el mismo sentido que el resto del mundo. Algo cambia y no hay retorno.  Al otro día toca ir a trabajar llegar a casa,  hacer la comida para luego intentar dormir. Intentar abandonarte en los sueños, llorar hasta vencer los propios ojos y así volver limpia la mañana siguiente en la medida de lo posible sin cargas extras para transmitirle a ella que todo va a estar bien que estás ahí con las manos vacías pero con el corazón explotado de amor y deseos de tener mejores noticias. Pasaron ya 10 días después de lo sucedido el sábado 8 de febrero sorpresivamente y como un acto de magia y no del mundo de las ilusiones se recupera con esa curiosa belleza que cubre su rostro y cuerpo pinchado por todos lados porque Martína tiene las venas finitas y es difícil hallar una vena "buena " para las vías donde pasan medicación y los  cables de los aparatos que la controlan. 

Duerme como si un encanto hubiera sido invocado sobre su ser,  la presión cardíaca en 70 y la saturación en 100.  Puedo volver tranquila a mi casa, subir al tren lleno,  ir contando las estaciones mientras voy agradeciendo cada segundo que pasa en mi vida.  Mi hija me ha enseñado a no elegir el sufrimiento como forma de vida,  me ha enseñado entre tantas cosas que cada segundo vale para detenernos un instante y sentir el viento acariciarnos la cara, agradecer la nube gris que posa sobre nosotros. El poder ver cuando en las personas su motor es el amor por la vida y el deseo de trascender de ir más allá, de transformarse espiritualmente de hacer vida lo que creemos por revolución. Humanizarnos, eso que tanto se ha perdido y tanta falta hace.

Lorena Pineda
Verano 2020


Costumbres



Tengo la maldita costumbre
Más que costumbre,
vicio
De robarles pertenencias a ciertos hombres.
Pantalones con los que en el frio duermo.
Medias
muchas,
Una que otra playera de las que no guardé ninguna

Y Libros
O tan solo libros...


Saramago me recuerda a vos,
Adoré  esa cabeza proletaria desde que te conocí.

Kundera sos vos,
Otro vos
 Tus manos y esos ojos que vieron como me sucumbia a la lujuria a tus pies
Y roberto,
Amor
Te nombro y su nombre es el eco
de cuánto nos amamos por buenos aires
A San Telmo me da miedo ir
por miedo de extrañarte y saber lo tengo que hacer.

Lorena Pineda
Buenos aires 2020



Anotaciones sobre el trabajo doméstico

Trabajo hace 5 años como empleada doméstica en Buenos Aires. Cuando te separás y tenés hijos,  es el primer trabajo que sale con mucho esfuerzo aunque muchos no lo sepan,  porque implica entrar a una casa, con una familia, ver  y conocer sus intimidades y pertenencias, y lo que es peor, en negro, sin aguinaldo, vacaciones y demás derechos laborales por lo que además de ser un trabajo precarizado también es discriminado, esclavizado, disminuido e invisibilizado. Se nos ve a las "mucamas" como mujeres ignorantes, migrantes muchas,  que no sabemos hacer otra cosa, con vidas desgraciadas,  y por eso nos toca limpiar el baño de los que viven bien, de lxs profesionales que no pueden o no quieren hacerlo por ellos mismos y tienen el privilegio de tener capacidad economica para pagarle a alguien que haga lo que ellos no hacen pero que es necesario: limpiar y ordenar el lugar en donde viven.

He trabajado con gente con mucho dinero y con otros que no lo tienen tanto. He trabajado con gente que por una módica suma de dinero pretenden q uno cocine, atienda al hijx, lavemos ropa, planchemos, arreglemos ropa, arreglemos caños rotos, saquemos a pasear al perro, le cambiemos piedritas al gato, les preparemos el licuado nutritivo, les arreglemos el jardin,  les cocinemos tartas light sin tacc, incluso, que reciclemos por ellxs y no se diga la infinidad de terapias psicologicas que damos escuchando problemas, quejas del trabajo, de lxs hijxs, del marido, la esposa, las deudas que los carcomen por darse un estilo de vida que no pueden pagar, quejas del gobierno que votan y de la madre que rompe las pelotas.

Muchas de nosotras hemos hecho todo eso y más  por pura necesidad económica lo hemos hecho sin protestar.

Tambien están lxs amables, los que te regalan cosas nuevas,  tuve una jefa que me regalaba libros incluso y teniamos exquisitas charlas de literatura. Están lxs que te invitan a comer, los que te preparan el desayuno o el almuerzo, los que mandan regalos para nuestros hijxs.

Pero también están los que consideran que lo que una hace es una ayuda, un favor; lxs que  dicen que lo que haces no es un trabajo que lleva esfuerzo y tiempo. Como si no valiera el esfuerzo y el tiempo. Como si su trabajo de maestra o profesional que no se ensucia las manos fuera más importante que el de uno. Que no se consideran trabajadores como nosotras sí nos consideramos. Estan esos jefes que creen que tu "ayuda" (porque para ellos es una ayuda que uno les da porque somos de  corazón humilde  y sentimos pena de su inutilidad de no poder lavar un vaso y por eso hay que cobrar poco) no vale, que te regatean el precio de la hora, que te quieren pagar menos horas pero la carga de trabajo es la misma. Esos , son los peores. Los que tambien dependen de un jefe que les paga y si no cumplen con horarios y obligaciones tampoco cobran. Esa es la peor gente.  Los que creen que un titulo o la piel blanca  heredada les da privilegios y pueden menospreciarte y no llamar por su nombre lo que haces, trabajar.

Definitivamente la carencia de conciencia de clase es el mayor logro del capitalismo.  Dramática, con y sin "ayuda" para la limpieza;  con un título bajo el brazo y sin el.

Buenos Aires
Verano 2020
Pintura al oleo "mucama preparando el baño" de  Hernán Casas 1910

Maternidad

Esa perra esta preñada
La veo y siento que soy yo
Que tengo mi vientre lleno de huesos
Como esa pobre pitbull y sus 10 tetas!
Pobre perra digo yo!
Pobres tus piernas hinchadas
El dolor de tu panza que cruje de hambre y no hay comida
Como esas mujeres olvidadas
sin leche ni pan,
anémicas,
desnutridas.
Pobre perra!
Estas ahi de nuevo preñada como la vecina,
hace 6 meses recien pariste!
No te da vergüenza!
Preñada otra vez se te ocurre estar!
Pobre perra,
Te compadezco
Se cuan sola has de estar .

Buenos Aires
Verano 2020

jueves, 5 de marzo de 2020

soledades

Què es la soledad
Sino recuerdos extraviados

El primer parpadeo al llegar el alba
Voltear la mirada hacia el vacio.

Caminos andados
Estaciones y paradas
Escribir poesía sobre hojas quemadas
Hoy la soledad embarga los pocos muebles de mi alma.

calle La Rioja 900




Creo que los lugares norteños son los mejores para comer en Buenos Aires. La comida tiene los colores de mi Guatemaya. El arroz suelto,  colorido, y los cuadros de caballos galopando. Si exagero un poco, la amabilidad de la señora que atiende y que muchas veces también es la dueña, podría pasar por el de una guatemalteca de los mercados de allà. Su trato tiene un cariño genuino,  como si te conociera. Si tan solo supiera que, si más corajuda yo fuera, le pediría un abrazo. Su voz la escucho dulce, casi maternal. Si exagero un poco más le diría “tia” …”tia querida gracias por èsta ternerita con arroz” . tia, mi hija està enferma, me acompaña al hospital? Ya no quiero ir sola; tia preciosa me siento muy cansada hoy.



Buenos Aires
invierno 2019

carta para Ivett




Ivette, hoy hacen ya 10 años desde los sucesos en ésta carta narrados, decidí enviártela y contarte en ella las sensaciones y lo que me ha generado la desgarradora y abominable distancia al recordar y recordarte cuando la primavera.

Habíamos recorrido varios lugares juntas, todos empezaban bien, siempre terminaban mal. Esa maldita costumbre de discutir por cualquier cosa. Decías: subí el vidrio. Pone otra música. No me toques esos papeles. Dejame de chingar. 

Y así nos unían las buenas músicas, al rato eran risas, otras carcajadas, compartiendo prosas ridículas, solo Wild tenía sentido para vos, recordàs?  En ese viaje atropellaste un perro, vi como lloraste tantas lágrimas, no por el perro pero si en agradecimiento de que tu carro nuevo quedara intacto. Manu iba atrás siempre, con esos ojos verdes enormes apreciando el paisaje, no el de los cerros, sino el de tu jeta y mis risas de burla ante tu enojo. Ese día bajamos en un campo del occidente, nos dolía la cintura de tanto ir sentados, manu encendió un churro, se ve que le hacía falta,  vos hiciste mala cara, y yo me fui a perder en esa vista de  las casitas, los niños con las ovejas de los valles de Almolonga.

Allí nos quedamos y compramos tortillas con pacaya, un vasito de atol de plátano, manu se chupaba las uñas y los dedos. Ustedes se iban, caminaban, se tomaban de la mano por ratos se besaban, estabas feliz en serio, no lo disimulabas.

No encontramos en donde dormir ese dia, no todos los pueblos del occidente ofrecen hoteles, se hacia de noche y llovia un poco, al fin coincidimos en algo, que era mejor no manejar con la carretera mojada, mucha bajada y barrancos, nos llevábamos mal, si; pero tampoco para tanto.
Encontramos una pensión de esas que huelen a petate y ponchos pesados, yo quería desvelarme platicando, pero con vos era imposible desvelarse conversando a la noche. Te dormiste en segundos, yo lo entendí, estabas cansada. Manu y yo quedamos despiertos, salimos un rato a la banqueta, y compartimos un cigarro. Hablaba un inglès pésimo, con ese acento francés nauseabundo. Olía a sudor viejo, a horas interminables bajo el sol, poco le importaba su aspecto, los calcetines un regalo de la tia en parís antes de su partida a las Américas, me había dicho. Pensaba mucho lo que decía, o quizás no quería hablarme. Le pregunté de la vida en Francia, de su vida nómada de ateo errante, de un amor dejado en Chile, de otro en Quebec pero ninguno importante. Tomamos inditas esa noche, sentados en una triste banqueta de almolonga. Le dije que yo no ¡ tendría que haber ido a ese viaje, porque no? Me respondia. “ I have seen you to had a bad relationship with her, i think she is kind of tuff with you,”  se reia. En todo ese andar que se notaba en su aspecto, sus ojos brillaban y eran bonitos. 

Fuimos por otra indita a la tienda, yo subi a verte y estabas fría, era una noche helada en esas montañas de colores, te tapè con esos ponchos pesados,  y entre sueño dijiste “ gracias titi. “
Volvimos con manu a caminar, nos reíamos de la infinidad de perros de las calles, entre las casas de adobe y los humitos de las ollas de frijoles , los bombiliares  de noche y los adoquines, el olor a tortilla tostada nos perseguía, había belleza y tristeza al mismo tiempo.  seguíamos en silencio ya no sabia que preguntarle, ” what about your boyfriend he said,” no tengo uno dije, nunca tuve uno volví a decir, “no es posible que no tengas uno, eras una chica agradable y linda “… y entoces pensé…
Siempre pensamos màs de la cuenta, cuando nos falta un poquito de amor en la vida pero aùn no lo sabemos, nos maravilla un cumplido superfluo, aun no creemos en la naturaleza de las sensaciones, pero  el tiempo en su finitud, va oxidando los sentires, siempre hay una pretensión detrás de las palabras de alguien que ha vivido. Pero yo, yo no había vivido nada, me parecía hasta una locura idiota abandonarse a la suerte del destino como el, los miedos tal vez, ese puente intransitable para muchos donde el rio que pasa por debajo son los años y las piedras las ganas pesadas.

Tirábamos las botellas de cutos de 8 quetzales, yo estaba borracha lo acepto, el aùn no. De pronto descubria que en mi había dulzura acumulada,” venì te tomo de la mano que te vas a caer “. No me creas tan tonta, no es la primera vez que tomo de màs. Esa  gran sonrisa. “… y lo linda que te ves mareada, cuidado las piedras que te podès caer”. Caminamos firmes hasta llegar a la carretera que va a zunil, tantas veces yendo al mismo pueblo sin saber porquè. El hablaba su español ingles extraño, colorado acalarodo pensando en saber ni què o quien. Llegamos a la posada, y me dolia la boca del estòmago, ese ron barato ¡que mensa fuì! . Me senté en la banqueta y fumè un poco de weed. Me puse a su lado porque sino me iba a caer, entonces me dio un beso,  húmedo, indesifrable, me había parecido hasta insignificante. Volvi al cuarto y donde pude me dormi.

Ya no me acuerdo que dia se habrá ido. Siempre fui consciente que aùn con la consiencia alterada esa noche no la olvidarè. No fue un beso insignificante , años después lo comprendì. Me dejò un papelito que se iba a Rio pero que pronto nos volveríamos a ver. Un corazón mal dibujado y adiós en francés. “ Lo voy a dejar a la terminal”, con ojos lagrimosos me dijiste, que era muy lindo y que querías que se quedara, tenias  la mirada inundada de deseo, las manos vacias , los labios gastados. …un poco màs que los mios.
Con amor, titi

Buenos Aires primavera 2016


canto a mi misma




Danzando camino
Espantando
riendo
Sembrando un sendero
En donde correr mis sueños.

Hoy me canto a mi misma
Peino mis largos cabellos
Agradezco mi piel morena al universo
La dicha 
y la alegría de mi sexo

Alzo mi voz, fuerte 
en lo alto
Escucho su  eco que retumba
En los confines del mundo
Allá llegó mi espíritu
Entre risas y truenos
Bañado en lágrimas 
de ver tanta injusticia
hoy deseo a la trascendencia
Hoy me canto a mi misma.


Buenos Aires
primavera 2019