jueves, 21 de mayo de 2020

sensaciones de cuarentena





vengo sintiendo un pesimismo y cierta carencia de todo, creo que la pérdida del sentido de la lógica y la supervivencia entre lo absurdo no es nuevo para el ser humano. No nos son nuevas estas sensaciones de los últimos días. La guerra hace estragos en la vida de los hombres y mujeres, también en los territorios que ven nacer generaciones aún manchadas de sangre. La mía. Yo no habré escuchado un misil romper mi casa, no se si es parecido a ver romperse los sueños o saber cómo muere un héroe. Veo la grilla de series que entretienen al mundo y todo es violencia, robos, mafias, cocaína, whisky, qué bien se la pasa la gente de la televisión y la del cine, me digo a mi misma, esos robos millonarios increíbles, ¿quien no quisiera robar un banco y que salga todo bien? yo si he querido. Que mal la pasamos nosotros, encima encerrados, qué poca diversión tienen nuestros cuerpos, ya nada pasa en nuestras vidas inanimadas. Andamos riendo chistes viejos, suspirando músicas pasadas de cuando fuimos felices. Caminamos entre las sombras de los cuerpos que hemos compartido, recordando viejos amantes ¡si supieran que me estoy muriendo de ganas por besar a un hombre! agarrarlo del cuello y llevarmelo a los labios! los olores aun se guardan en esa bóveda que es la memoria, ya nada pareciera nos satisface, el mundo se ha amargado a pesar de ese cielo impío, por primera vez en cientos de años, las estrellas brillan más intensamente, hasta las veo más cerca, se ha limpiado el cielo gracias a la obscuridad de nuestros pensamientos guardados, gracias a la tortura de la ansiedad de no saber mañana, al martirio de la depresión de que sea siempre la misma mierda.

Se extraviaron los ideales, la corrupción saqueó las escuelas de ideas y solo nos queda ir amasando los viejos ideales. contemplando cómo se ha ido destruyendo el entendimiento, explicando a un político la importancia de un respirador. Éstas son las columnas de la sin razón que sostenemos. Si la comida ha sido siempre para los dioses, que quienes la producen entonces, sean sus propios capataces y dueños. Que se cumpla esa máxima que dice que ni una hoja cae de un árbol si no es la voluntad de dios, de ese que se ha comido siempre toda la comida, 2000 años llevamos usufructuando nuestra libertad. ¿hasta cuando? Si el gobierno dice cuidarte en su nombre y para eso te escucha y te vigila. Y yo, a pesar del pesimismo que me ha hecho pesados los días, sigo con ganas de tener un amor del bueno, reir con el, sigo deseando tener una casa y sembrar un rosedal que dé hacia mi ventana. Me rehuso a vivir en un estado de guerra, parapolicial y a seguir ordenes de un soldado que no se tentaría el alma en pegarme un tiro, me rehúso a que un paquete de fideos me calle la boca, me niego a vivir con la cabeza abajo y con miedo.

¿y esta es la vida? Preguntaría mi amigo astrólogo, ¡estar perdidos, siempre perdidos! , creernos merecedores de terribles castigos divinos y pandemias que vienen cuando las hojas caen de ese árbol que promete ampararnos, nosotros rebeldes estúpidos, para nosotros siempre ha sido el fuego del infierno. Así nos han dicho, Pero no, sigo creyendo que a pesar de nuestra miseria no debemos dejar que nos roben el deseo y la alegría. Dejémonos caer dentro del abismo que nos llama y no está mal a veces hacerle caso, pues de ahí venimos, para después flotar y flotar, con el corazón hinchado de voluntad, que a pesar de las desdichas de las torturas físicas y emocionales, del ayer o del mañana, flotar y flotar, flotar livianos como el sonido de una trompeta...

Lorena López
Bs As otoño 2020

oleo sobre lienzo del pintor chilero 
Guillermo Lorca 

sábado, 2 de mayo de 2020

relatos eróticos X, XI




el auto polarizado

Nos conocimos cierta noche de marihuana y mucho rock,  quería solamente olvidar y bailar un rato. Te vi distraído, arrogante pendenciero, vestias lindo con una campera de cuero. Te vi a lo lejos y quise tenerte, quise poseerte un rato, para luego fumarme un puro y escribirte un poema de amor. Me gustaba tu pelo y la forma atorrante de ver, supe con el tiempo que son los más fáciles de prever, tu carácter no me sirve, te dije, mostrame todo lo que sos, me llevaste hacia tu auto y nos comimos las bocas, subiste mi falda bajaste la media, rompiste el botón de la blusa con deseo primitivo. Me derretí en besos  abrazada a tu espalda, jadeabas en mi oreja, tus manos en mis tetas, tu lengua por toda mi cara y  la verga entre mis piernas, cerraste el auto con llave polarizado, me abriste me tocaste, me penetraste con desespero, tu capricho la verga en mi boca mientras me enrollabas el pelo.  Me llenaste de semen de la frente hasta el cuello, fueron minutos de magia, los minutos que espero otro encuentro. 


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queria escribir un relato de amor,  sonrio al recordar el sabor de tu verga. Ese aliento caliente después de limpiar el semen cuando aún escurre entre las comisuras de mi boca. Como cuando sobre tu barba y tu pelo bailo entre orgasmo y orgasmo, quedan entonces extraviados esos olores tibios en la piel, en el aire y la cama, la saliva aún húmeda entre mis tetas, mi sexo empapado, tu verga aun hinchada y erecta descansa, limpio un poco de semen  en  mi barbilla, y veo una gota resbalar sobre mi pezón derecho, tengo corrida la pintura de los ojos,  y es cuando te veo la cara y esos ojos rebeldes fuego que me encantan, me hechizan.  Tu semen es casi dulce, y estas fascinado con mi piel y mi cuerpo. Disfruto tanto como vos la obsesión por los besos,  me gusta esta forma en que nos vamos atrayendo. 

Te espero.  Vos en la cama tirado desnudo, tu espalda y tus piernas gruesas, te veo y deseo completo, pero no te lo digo porque capaz no es tan cierto, solo deseo tu cuerpo arriba del mío, quiero tu verga bien adentro, ¿te das cuenta?  tenemos el cielo entre las manos, tan cerca, imperecedero. Me levanto, y me coloco en cuatro en esa silla, me puse un par de medias negras, ¿te gustan? Vení tocame el culo, acaríciame  y abríme las nalgas, apretáme las tetas, jugá con tus dedos. Sentí mi dulce sexo,  quedáte ahí un rato recostado un buen rato, yo te voy narrando una historia entre jadeo y jadeo. Te paras, te encanta verme pedirte más, pero entonces te digo ¿ querés otra mamadita más? Una cortita , con mucha saliva, entera y profundo; siento esa verga dura, entra justo y es delicioso, me abrazas las tetas que desbordan entre tus brazos y tus manos, me tenés el cuello empapado y yo a vos la cara, lamernos siempre fue un detalle de la selva que guardamos. Mientras me coges despacio, con ritmo, profundo y mis manos deslizadas en mi clítoris, sienten como entras, mi vagina caliente muy mojada. Me dices al oído lo rico que sentís, me mordés suavemente y pedís que te coja todo y ahí es cuando escalo tu cuerpo y entre el humo me subo y me masturbo mientras me contiemplas, te acabo encima , mientras me agarro de tu cuello, puede que hasta un dedo dentro del culo, nos excita tanto y  de nuevo ese olor tibio , dulce; yo sigo excitada, no dejo de moverme explotando en orgamos,  y vos estas fuera de si, perdemos la conciencia segundos, el semen cae de nuevo esta vez entre mis nalgas, no queda una parte mia sin tu sabor, es un bálsamo, como un néctar por todo el culo y los muslos temblorosos, una ofrenda al deseo cuando es compartido. 

Lorena Lopez 
abril 2020