Vos y yo hemos estado muy tristes en estos días,
arrinconados en lo poco que aún late adentro, a esa ínfima voluntad que nos
alienta a vivir, a creer que vale la pena este idiota borracho destino. Estamos
tristes además cansados. No merecíamos todo esto, ¿o sí? Me lo pregunto cuando
permito que la tristeza se oxide en mis adentros, pienso y me adueño del mundo
ese instante, al menos del mío, comprender me hace quererlo, tanto como a mi misma cuando tuve que resistir con más
fuerza y sin entender. La pobreza la soledad y la enfermedad, ahí radica la
sabiduría que nos hace libres, Y entendí, ¡oh si libertad! El poder que da la libertad
cuando nos hacemos cargo de este peso insoportable que cargamos y podemos sonreír
a la vida aunque la sonrisa esté gastada con lágrimas y sudor viejo. Cuando vemos ese cielo que se remonta hermoso siempre,
siempre, cuando abajo tanta muerte, tanto engaño, tanta farsa y ese cielo
celeste insobornable, incorrupto. Vos y yo somos almas tristes, y tal vez no merecíamos esto. Entendimos que construir
momentos es la misión. Que de nuevo y ciertamente la vida es sueño, y si no es
eterno haremos lo posible para que sea bello.
lorena López
Buenos Aires otoño 2020
pintura: Over the moon de Rob Gonsalves